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Opinión. Respiradores sociales

Opinión. Respiradores sociales

Cristina Valido

Cristina Valido.-

Entre las primeras noticias que nos impactaron en el inicio de esta crisis estuvieron aquellas que nos daban buena cuenta de la insuficiencia de medios en nuestros hospitales. Terrible fue conocer que los hospitales españoles carecían de respiradores suficientes. Más que impactar, lo que causó fue verdadera angustia. Hay pocas cosas peores a no poder respirar e imaginar que nuestros sanitarios debían elegir a los afortunados que contarían con esta ayuda mecánica parecía la trama más dura de una buena película de terror.

Hoy, cuando parece superada esa crítica situación sanitaria, y además queremos creer que las instituciones competentes tendrán las previsiones necesarias ante esos posibles rebrotes de los que nos alertan continuamente, algunos se han empeñado en llamar a las ayudas de emergencia puntual que han puesto en marcha, y que son lo que menos se puede despachar en estos tiempos, «escudo social» y «pioneras».

Las llaman así como si estuvieran protegiendo a toda la población de una crisis de la que las familias no saldrán solo con un único ingreso inferior a ese salario mínimo interprofesional y con el que ellos mismos dijeron que no podía vivir nadie ya que es inferior a las que muchos ayuntamientos conceden de forma habitual.

A mí me parece que todas las ayudas son bienvenidas, pero sin exagerar ni esperar aplausos por algo que está muy por debajo de lo que se requiere, que no llegará a todos y que además exige no tener ningún otro ingreso para poder percibirla.

Quizá sería mejor llamar a estas medidas «respiradores», su función es la misma, ayudará a las familias a no asfixiarse pero no acabarán con la enfermedad por si solos, no les devolverán la salud.

Este, y no otro, es el motivo por el que desde el Grupo Nacionalista Canario, nos propusimos en el pasado pleno lograr el compromiso del Gobierno canario de mantener el plazo abierto de solicitudes del ingreso canario de emergencia, del que tanto han hablado pero que hasta hoy no ha llegado a nadie, y cuyo plazo de solicitud acaba la semana que viene.

En un momento en el que las familias sin recursos crecen, cerrar el plazo es dejar a miles de familias, de las cuáles muchas ni siquiera la han podido tramitar por dificultades con el 012 o sin recursos telemáticos, abandonadas a su suerte. También hemos exigido que se abran urgentemente las vías para que las familias que en estos meses han pasado a la misma situación que aquellas que, previo al estado de alarma ya disfrutaban de la famosa cuota cero para garantizar la alimentación de sus hijos e hijas, puedan disfrutar de la misma ayuda del Gobierno para la adquisición de alimentos básicos cada mes, una ayuda económica por menor en el hogar, que solo llega a quienes ya la tenían antes de que todo esto empezara.

Hemos propuesto incorporar a muchas de estas familias a la Prestación Canaria de Inserción, que garantiza un ingreso periódico en tanto que cumplan su compromiso de establecer la renta canaria mínima, que ahora el Gobierno canario espera llegue del Estado, y que es clave para que muchas familias sigan respirando.

Estas tres medidas, de forma prioritaria y además posibles, son los respiradores sociales que hay que proporcionar ahora, y esperamos que el Gobierno, tras reconocernos su importancia y comprometerse a trabajar públicamente en ellas, haga ahora lo oportuno para que sean una realidad para las miles de familias que esperan sin apenas oxígeno que respirar.

Pero falta de aire tienen también muchas ONGs y ayuntamientos que son los brazos que primero se acercan a las personas y que necesitan también respiradores. Los ayuntamientos advierten de una caída del 40% de ingresos y las ONGs a las que el Gobierno anunció un incremento en su financiación del 52% en grandes titulares, recogidos en los medios de comunicación canarios, denuncian hoy que muchas ni siquiera recibirán lo que recibieron en años anteriores, y cada día las escuchamos avisar a quien les quiera escuchar del cierre de parte de sus recursos asistenciales.

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