Calero solicita gratuidad en los parkings aeroportuarios para pacientes que se desplacen a sus citas médicas en islas capitalinas
La diputada del Grupo Nacionalista Canario, Nereida Calero, lamentó que el Consejero de Sanidad, “siga sin tener en cuenta las necesidades de los canarios enfermos que residen en islas no capitalinas”.
Las carencias técnicas y humanas que atraviesa la sanidad pública en las islas no capitalinas, “condiciona las dificultades”, -especialmente económicas-, de los pacientes enfermos para trasladarse y curarse en islas como Gran Canaria o Tenerife.
Por ello, desde el Grupo Nacionalista Canario, “planteamos la posibilidad de aliviar parte de ese gasto económico para las personas que se trasladen de forma habitual o periódica por motivos médicos a las islas capitalinas, con una ayuda para el coste del parking en el aeropuerto”.
Para la nacionalista, el coste por día, “es de una media de once euros”, una cifra que, aparentemente, no supone ningún desbarajuste en la economía de cualquier ciudadano de clase media en Canarias, pero que para personas enfermas que “por obligación” deben trasladarse a alguna de las islas capitalinas, “supone un coste difícil de asumir”.
Así pues, Calero pidió al Consejero que ponga solución a este problema y que agilice los trámites para que firme cuanto antes un convenio con AENA, para que el parking sea gratuito para aquellos turismos de pacientes o de sus acompañantes, “siempre que se trasladen por motivos de salud”.
Para Calero, “el gasto económico al que hacen frente estos pacientes enfermos no alivia en absoluto, la carga emocional de la propia enfermedad”. La mala gestión de la administración, “pone en jaque permanente” la cancelación de citas ya fijadas, así como limitaciones para que estos pacientes puedan acudir acompañados.
Por otro lado, la nacionalista denunció que, además de los gastos en transporte marítimo o aéreo para el traslado de las personas enfermas de una isla a otra, o la manutención, no se tiene en cuenta que, además de los gastos, los pacientes deben dejar sus trabajos por salud, por lo que, en ocasiones, ni siquiera tienen ingresos si no tienen la suerte de ser fijos.
“La enfermedad empobrece y nadie alivia la economía de los enfermos”, lamentó.