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Opinión. El Consejo Consultivo respalda la Proposición de Ley de las islas verdes

Opinión. El Consejo Consultivo respalda la Proposición de Ley de las islas verdes

Antonio Castro

Antonio Castro.-

El pasado mes de noviembre, el Parlamento de Canarias acordó enviar al Consejo Consultivo, para su dictamen, una nueva Proposición de Ley (PPL) para regular el modelo territorial turístico de las islas de El Hierro, La Gomera y La Palma, conocido como “modelo de las islas verdes”. La PPL surgió a iniciativa de los grupos parlamentarios Nacionalista Canario, con la implicación directa de los diputados de La Palma y El Hierro, y la Agrupación Socialista Gomera, con el apoyo del Grupo Popular y la abstención del grupo Socialista, y tiene por objeto, sustancialmente, unificar el régimen turístico de estas islas que ya había sido diseñado en las dos leyes actualmente vigentes, la ley 6/2002 y su modificación de 2016.

Por tanto, desde el año 2002, existe un régimen singular para estas islas, acorde con sus peculiaridades y dirigido a fomentar el turismo rural y a compatibilizar los valores naturales con el desarrollo turístico. Así, la ley reivindicaba para estas islas “permitir un modelo turístico de desarrollo sostenible propio y un desarrollo turístico específico”, alternativo al de la urbanización turística de litoral, que se sustente en la puesta en valor del paisaje como recurso y dé respuesta a las demandas que con relación a estos modelos plantea el mercado” y “establecer los mecanismos suficientes para el traslado al mundo rural de parte de las economías que se generan por la actividad turística en la cuantía necesaria para el mantenimiento, conservación y mejora del paisaje”.

Tales loables objetivos con los que fue formulada la Ley 6/2002 no llegaron a alcanzarse mínimamente por su carácter restrictivo, y sobretodo impreciso, generando por contrario una evidente “moratoria turística” para las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro, cuya superación motivó las últimas modificaciones operadas por la ley 2/2016 y las introducidas posteriormente por la Ley del Suelo de Canarias.

Atendiendo a las diez modificaciones que ha sufrido desde su aprobación en el año 2002 hasta el año 2018, derivadas de siete textos normativos, además de la incidencia indirecta que ha producido la última Sentencia 42/2018 del Tribunal Constitucional, se ha hecho necesaria una labor de reestructuración y refundición sistemática del actual texto normativo, por una simple cuestión de racionalidad y correcta técnica jurídica.

En consecuencia, para dar respuesta a esta situación, se ha formulado la Proposición de Ley que se tramita en el Parlamento de Canarias, que persigue generar la necesaria tranquilidad y seguridad tanto a la inversión como a los agentes encargados de su aplicación; consolidar el modelo específico de ordenación de la actividad turística, claramente diferenciado dentro del marco legal autonómico y reforzar, si cabe, la condición de ley especial, complementada por la legislación general autonómica solamente en aquello en lo que no se contraponga.

El Tribunal Constitucional, en su reciente Sentencia 42/2018, ha respaldado la filosofía y los principios de la Ley 2/2016 y por tanto del “modelo islas verdes,” señalando que “en ningún caso autoriza la urbanización del suelo rústico, por cuanto la urbanización supone un proceso de transformación del suelo que aquí no se produce”. “El suelo rustico -sigue la Sentencia- continúa con esa conceptuación y en ese estado sirve de soporte a la implantación de actividades turísticas en los términos de la ley 6/2002, uno de cuyos criterios básicos de ordenación territorial es justamente ese”.

Así pues, el Tribunal Constitucional ha entendido perfectamente el fin que persigue el modelo turístico islas verdes, que no es ni más ni menos que la implantación de un “turismo rural” en La Palma, La Gomera y El Hierro. Si la pretensión fuera implantar el turismo “convencional”, habría sido tan sencillo como urbanizar territorio. Sin embargo se ha optado por establecer un modelo de desarrollo sostenible, para hacer compatible la preservación de los valores naturales con la implantación de establecimientos de pequeña y mediana dimensión en el ámbito rural y producir así el desarrollo socio-económico del que tan necesitadas están estas islas. Es decir, no se trata de urbanizar territorio para darle un uso turístico, “se trata de integrar el turismo en el espacio rural”.

Sobre este asunto, hace unas semanas, aparecieron en algunos medios de comunicación titulares grandilocuentes, señalando que el Consultivo “tumba la nueva ley para las islas verdes”. Falso. Es una una noticia falsa. Todo lo contrario, la noticia debería titularse “El Consejo Consultivo respalda la Proposición de Ley de las Islas Verdes”. ¿Qué se puede hacer ante una información falsa y manipulada? Es difícil contrarrestarla, pero para quien tenga verdadero interés en contrastar la información, decirle que el dictamen del Consultivo es público y se puede acceder al mismo a través de su página web.

El Consejo Consultivo, una vez más y como no podría ser de otra manera, siguiendo la doctrina del Tribunal Constitucional, ha dictaminado favorablemente la citada Proposición de Ley. Concluye el dictamen del Consejo Consultivo señalando literalmente que, “la propuesta resulta conforme a los parámetros constitucionales y estatutarios en referencia”. Lógicamente, propone ciertas precisiones en el texto, para facilitar la compresión de la norma y contribuir a mejorar la técnica legislativa, pero en modo alguno reprocha que no se hayan seguido los parámetros del Tribunal Constitucional, ni que se haya vulnerado la legislación básica; todo lo contrario: la analiza a la luz de la legislación ambiental y la nueva ley del suelo y concluye que se ajusta al ordenamiento jurídico.

En consecuencia la realidad es que la Proposición de Ley de las Islas Verdes cuenta con los máximos respaldos, siendo el objetivo de la misma incorporar un conjunto de condiciones de implantación y medidas ambientales, de carácter protector, corrector y compensatorio, dirigidas a garantizar la preservación de los valores ambientales, culturales, históricos, científicos o paisajísticos, independientemente de los valores agrarios de carácter económico, presentes en los suelos rústicos en los que se pretenda implantar un establecimiento turístico.

Asimismo la Proposición de Ley está prevista para establecer normas generales, que se tendrán que desarrollar mediante proyectos concretos y será, con ocasión de la ejecución de esos proyectos, cuando se entre a evaluar el cumplimiento de la legislación ambiental. Además la ley propuesta, con las determinaciones que establece, en ningún caso inclumple la legislación ambiental y por eso el dictamen ha sido absolutamente favorable a su aprobación.

En definitiva, la Proposición de Ley de ordenación de la actividad turística en las islas verdes trata de regular algunos aspectos que ya figuraban en las normas anteriores, como las tipologías alojativas; es decir el turismo rural, el hotel y casa emblemática y las viviendas vacacionales y en consonancia con la última regulación europea simplifica los trámites para su implantación,  desburocratizando la gestión y generalizando el sistema de comunicación previa frente a la autorización, que es lo que ha ordenado la legislación de la Unión Europea. También se hace eco de los últimos cambios operados por la nueva ley del suelo, que afronta una regulación de la ordenación del territorio más racional y de la sentencia 42/2018 del Tribunal Constitucional.

Finalmente, como objetivo básico, se trata de establecer un reconocimiento expreso de un sistema normativo propio, una fórmula diferente y creativa, que permitirá el crecimiento sostenible y equilibrado del turismo, con el máximo respeto a los valores naturales, a las tradiciones y a nuestra gente, que son la mayor riqueza de estas islas. “El modelo de las islas verdes” ha venido para traer prosperidad para todos mediante un desarrollo socio-económico sostenible, para El Hierro, La Gomera y La Palma.

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