El Parlamento aprueba por unanimidad impulsar el apoyo institucional y financiero a la Academia Canaria de la Lengua

El Parlamento de Canarias ha aprobado, esta mañana, por unanimidad, la Proposición No de Ley (PNL), defendida por el diputado del Grupo Nacionalista Canario (CC-PNC), Juan Manuel García Ramos, por la que se insta a impulsar el apoyo institucional y financiero a la Academia Canaria de la Lengua.
Esta propuesta, que se elevará al Gobierno de Canarias, tiene como fin que la institución pueda llevar a cabo con solvencia los objetivos que le han sido asignados en la preservación y estudio “de nuestra modalidad lingüística y de nuestra literatura, así como su intensa colaboración con la Consejería de Educación y Universidades y con el profesorado dependiente de tal departamento”.
La lengua que hablamos en Canarias está considerada como un dominio dialectal del castellano denominado meridional o Atlántico, “que abarca desde Andalucía hasta América, pasando por nuestras islas donde se particulariza de un modo peculiar”, explicó García Ramos.
La Academia Canaria de la Lengua nació en 1999 para estudiar esta modalidad de la Lengua hablada en estas Islas y para agrupar a creadores y estudiosos de lenguaje, a escritores y escritoras y a lingüistas que confromen un verdadero observatorio del español atlántico en continua evolución. La Academia nace también para dar a conocer sus investigaciones al profesorado que enseña en nuestras aulas, así como a la ciudadanía en general.
Entre su actividad destacan, además, ciclos de conferencias, la edición de una revista literaria y de una colección de clásicos canarios o la organización de unas jornadas sobre la Enseñanza de la Lengua y la literatura en Canarias.
A juicio de García Ramos “un largo y cuidado quehacer que ha convertido a esta Academia en un centro de ciencia y de cultura, que ha profundizado en una nueva manera de saber cómo nos expresamos y cuáles han sido las contribuciones más sobresalientes de la literatura de las islas”.
Por todo ella, la recuperación financiera de la Academia es “absolutamente necesaria ya que permitirá la contratación de colaboradores que puedan recuperar la estructura administrativa y científica perdida por los recortes impuestos por la crisis económica”.